Desde Vagalume nos encargaron la evolución de su identidad visual, para lograr una imagen más actual y cercana. Era importante que dicha imagen supusiese una continuidad con la anterior, permitiendo reconocerla, pero aportando frescura.

El primer lugar se incorporaron pequeños rasgos que dotasen de mayor coherencia visual al conjunto, apostando por una tipografía con trazos redondeados personalizada. Para el nombre principal de la marca se seleccionó la caja alta evolucionando la fuente original en la letra “A”, al omitir la barra transversal. La caja alta centra la atención en la palabra “VAGALUME”, mientras que la supresión de la barra de la “A” logra un efecto visual armonioso al seguir la misma línea que la “V” inicial de la firma, que además forma parte del isotipo.

En cuanto al isotipo, se aporta pregnancia a la composición al unir la elipse externa con la “V”.

Por último, respecto al color, aún cuando se mantiene la gama cromática inicial, la incorporación de ambos a través de un gradiente, aporta dinamismo a la composición. No obstante, se mantiene la simplicidad en los trazos de forma que pueda funcionar también adecuadamente a 1 tinta o en blanco y negro.